20 años sin Serge Gainsbourg


El 2 de marzo de 1991 moría Serge Gainsbourg, con 62 años, el hombre que fuera un símbolo de la contra cultura del otro lado del océano. Con su muerte se clausuró también una época, que lejos de mantenerse, se redescubre hoy por su legado: canciones, canciones y más canciones. Por entonces, "Francia, especialmente los jóvenes, estaba de luto. Desastre nacional. El brillante provocador se había ido, ¿cómo podemos hacer para vivir nuestras vidas tristes? ¿Qué futuro de perfil gris sin sus discursos grandiosos, sus canciones tan hermosas, sus letras tan finamente cinceladas?", escribe Le Figaro. 
Eso y más provocó la muerte de Gainsbourg, un desamparo colectivo. El mundo quedaba sin aquella voz de nicotina y licores, sin aquel rostro, el del feo más lindo del mundo. Hijo de un padre pianista devaluado, Gainsbourg (cuyo nombre real era Lucien Guinzburg) dejó rápidamente la pintura por la música. Y el camino desde allí, hasta cantar La Decadance, con Jane Birkin, y con ello las mieles de la gloria, no fue nada fácil. Pero bien puede afirmarse que lo consiguió: su ego, tan indirectamente proporcional con su estatura, paseó por ciudades y países, marcando el acento francés en los salones de Europa y América. Ellos se preguntaban qué tenía ese hombre de baja estatura en la garganta o en no sabían dónde para seducirlas, mientras ellas no se preguntaban nada y caían, varias, aleladas, rendidas ante su encanto. Insondables misterios del arte.


Gainsbourg murió el 2 de marzo, en Paris. Y fue enterrado cinco días más tarde, en el cementerio de Montparnasse. Desde ese momento su tumba integra la lista de de las más visitadas, juntamente con la de otras glorias de Francia, Jean-Paul Sartre, Charles Baudelaire. Es tanta la gente que llega hasta allí que siempre se reconoce su tumba por estar adornada por plantas y objetos de los más diversos (fotos,  notas, tickets de metro), en clara referencia a las letras de sus canciones. La tumba lleva el nombre de Serge Gainsbourg y allí también reposan sus padres, Olga (1894-1985) y Joseph (1896-1971).


El 7 de marzo de 1991, durante el entierro, una multitud llegó hasta Montparnasse. Y además de familiares, estaban Catherine Deneuve, Isabelle Adjani, Patrice Chéreau, Renaud, Johnny Hallyday, los ministros Jack Lang y Catherine Tasca. Su amiga Catherine Deneuve leyó sobre la tumba el texto de la canción Fuir le bonheur de peur qu’il se sauve ("Huir de la felicidad por miedo a espantarla").


Un pasaje de aquella letra de esa canción, en la despedida de Gainsbourg en Montparnasse, cuya letra es de puño y letra de Jane Birkin

Huir de la felicidad por miedo a espantarla
Decirse que hay algo más allá del arco iris
Cada vez más alto, un sol radiante
Creer en los cielos, creer en los dioses
Incluso cuando todo nos parece odioso
Cuando tenemos el corazón a sangre y fuego
Como un ratoncito rosa, en un rincón de la alcoba
Descubrir la puntita de su rabo rosa, sus ojos febriles
Huir de la felicidad por miedo a espantarla
Pensar que hay algo más allá del arco iris
El sol siempre cada vez más alto y radiante...

Nada más apropiado para recordar estos 20 años sin Serge Gainsbourg

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