El día que Moreno descubrió que quiere ser como Lula

Africa está en la boca de varios funcionarios argentinos, desde hace 27 o 28 minutos... Para ser sinceros hay que aclarar que el repentino interés por el continente se debe, en buena parte, a una imposibilidad de mantener relaciones con países de otros continentes. Varias razones, la mayoría de ella protagonizadas por el actual gobierno argentino, dan muestra de este aislamiento, que sólo se profundiza con el correr de los días. De modo que, como en muchos otros temas de la agenda del país, las prioridades se definen por la imperiosa necesidad, por la urgencia, por el escenario que se abre luego de consecuencias impensadas, más que por un plan o diseño estratégico de desarrollo para el país. Mas vivos que inteligentes.
Mientras la Argentina, mejor dicho, uno de sus funcionarios más polémicos, escaso de criterio y hasta de preparación técnica, Guillermo Moreno, anuncia insólitas misiones comerciales a Angola, sus allegados distribuyen en verdad la teoría que domina alguno de los hemisferios del funcionario: "Africa es el futuro", dicen que dice. Si de nada sirven las plataformas y programas de gobierno antes de las elecciones, mucho menos sirve perder tiempo en buscar tal declaración de principios en la propuesta electoral del oficialismo.
Distinto concepto es el que desde hace años impulsa Brasil, y en especial su ex presidente Lula. En su primer discurso público luego de su tratamiento contra el cáncer, dijo ayer jueves: "Brasil tiene que empezar a pagar la deuda de solidaridad que tenemos con África. La sexta economía más grande del mundo debe su fuerza actual a los más de 300 años de esclavitud en los que hemos explotado el sudor y la sangre de millones de africanos", agregó.
Lula ha sido protagonista excluyente del gran impulso de las relaciones con África, desde 2003 hasta 2010. Hizo numerosos viajes al continente y siempre ha recordado  que Brasil es el segundo país con mayor población de negros, después de Nigeria, en el mundo. Ayer se reafirmó este compromiso, en tanto representantes de empresas privadas brasileñas con intereses en África, incluyendo Petrobras, el conglomerado Vale y la constructora Odebrecht, confirmaron el rumbo de la dirección estratégica, bajo el patrocio del  estado brasileño, a través del BNDES.
"El continente (africano) ha venido registrando un fuerte crecimiento del PIB durante 10 años y en 2012, puede crecer casi un seis por ciento", dijo Lula. "La clase media ya asciende a 300 millones de personas. El número de jóvenes en las escuelas y las universidades está creciendo. Más de 430 millones de africanos usan teléfonos celulares", graficó.
El oportunista gobierno argentino, relegado ya a convertirse en un estado en urgencia, inmediato y corto de visión, apunta sus cañones (acaso sean los mismos que se usaron en Malvinas), para proponerle a la sociedad un nuevo logro: vender, como sea, a quien sea, lo que sea, vender y vender, salvar el momento, y a veces expropiar, epíteto menos contundente que robar, en nombre del interés de un estado que, a ciegas y a tontas, recupera nuevos bríos a la hora de entonar su himno nacional. De algo hay certeza: la Argentina siempre llega al mundo por lo menos 10 años después.

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